Lo primero que debes saber es que no hay ninguna prueba de que los bloqueadores de cortisol produzcan pérdida de peso. Los fabricantes de este tipo de productos alegan que los niveles de estrés elevados llevan al organismo a producir más cortisol (una hormona), que a su vez genera un aumento del apetito que puede llevar a aumentar de peso (porque se come más).
No hay suficientes estudios científicos que expliquen la relación entre las hormonas del estrés y la ganancia de peso.
Sin embargo, no hay suficientes estudios científicos que expliquen la relación entre las hormonas del estrés y la ganancia de peso. Eso no impidió proclamar su eficacia a fabricantes y distribuidores de los bloqueadores de cortisol como producto de adelgazamiento. Pero esas promesas acabaron por salirles muy caras, ya que en Estados Unidos la Comisión Federal de Comercio les acusó de publicidad engañosa y tuvieron que pagar millones de dólares en devoluciones.
La moraleja evidente en este caso es que hay que huir de aquellos productos de adelgazamiento que hacen afirmaciones no demostradas. No hay soluciones mágicas para perder peso, así que mejor concentrarse en reducir la ingesta de calorías y aumentar la actividad física. Y si el estrés te empuja a comer, busca ayuda o apoyo psicológico, o prueba técnicas de gestión de la ansiedad. Déjate aconsejar por tu asesor en el programa.
