come más y adelgaza

Sí, puedes perder peso comiendo más

Pierde peso comiendo más!

come más y adelgaza

Está muy extendida la creencia de que el fundamento básico para perder peso es comer menos, pero esto no es cierto. En realidad, lo que hay que hacer es ingerir menos calorías de las que se gastan, y para lograrlo no siempre hay que comer menos cantidad de alimentos. ¿Cómo se hace? Pues comiendo alimentos con una densidad energética baja; es decir, alimentos que tienen mucho volumen, pero pocas calorías.

Un ejemplo: un caramelo tiene un montón de calorías, mientras que un gran tazón de espinacas contiene muchas menos. Otro caso: un puñado de pasas puede contener 300 calorías, mientras que un puñado de uvas apenas contendrá 50. Las espinacas y las uvas son alimentos con una densidad energética baja, por lo que son ideales para saciar el hambre. Podrás comer hasta llenarte, pero no serán muchas calorías.

Por eso se recomienda tanto comer verduras para adelgazar. Lechuga, espárragos, tomates, brócoli y un largo etcétera son bajos en calorías, pero ricos en otros nutrientes que el cuerpo necesita. Si las salteas para aderezar un plato de pasta en vez de hacerlo con queso o carne, no solo estarás quitándote las muchas calorías de estos dos alimentos, sino que, como te llenarás antes, seguramente hasta te ahorres parte de las calorías de la pasta que no comas. También puedes añadir verduras a tus bocadillos a cambio de algún otro ingrediente más calórico, o a las tortillas.
Las frutas también suelen ser alimentos de baja densidad energética, así que son perfectas para saciarte sin añadirte calorías de más. Pero cuidado sin están desecadas (como el caso de las pasas) o en zumos, porque entonces reducen su volumen y se convierten en fuentes concentradas de azúcar. Mejor cómelas enteras en el desayuno, el almuerzo o la merienda.

Y no creas que solo las verduras y las frutas tienen esta cualidad de la baja densidad energética. Las legumbres son fuentes de proteínas sin demasiadas calorías, así que llenan un montón, al igual que la carne blanca, el pescado, los lácteos desnatados y la clara del huevo.

Por el contrario, reduce el consumo de aquellos alimentos de alta densidad energética, como los citados caramelos, las nueces, los pasteles… No es que sean poco saludables, sino que no llenan tanto como los otros, por lo que para cuando te hayan saciado habrás ingerido un montón de calorías que desestabilizarán esa ecuación fundamental en la pérdida de peso: comer menos calorías de las que se queman.

Recuerda: menos calorías, no menos alimentos.

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