Los productos integrales son fuentes importantes de nutrientes como el zinc, el magnesio, la vitamina B y la fibra. Hay muchas alternativas para hacer que la mitad de los cereales que consumes sean integrales (whole), es decir, que contengan el grano completo. Pero los productos integrales tienen que manipularse con cuidado. Los aceites de productos integrales pueden deteriorarse con el tiempo si no están debidamente almacenados. Considera los siguientes consejos para mantener tus productos integrales frescos y seguros para su consumo.
1.- Revisa la etiqueta: los productos integrales pueden ser una alternativa fácil cuando prepares comidas. Escoge panes, cereales y otros productos integrales. Revisa la etiqueta para encontrar opciones bajas en sodio, grasas saturadas (sólidas) y azúcar.
2.- Asegúrate de que la palabra integral esté al comienzo de la lista de ingredientes: algunos productos integrales incluyen la avena integral, la harina de trigo integral, el maíz de grano entero, el arroz integral y el salvaje y el centeno integral. Los productos que dicen “multicereal”, “100 % trigo”, “rico en fibra” o que son marrones no son necesariamente productos integrales.
3.- Los niños pueden comer productos integrales: hay colegios en los que los niños pueden optar por productos integrales en el comedor. Y puedes ayudar a que tu hijo adopte los cambios añadiendo poco a poco productos integrales a sus recetas, comidas y refrigerios favoritos.
4.- Encuentra la fibra: si el producto ofrece por lo menos 3 gramos de fibra por ración es una fuente buena de fibra. Si contiene 5 o más gramos de fibra por ración es una fuente de fibra excelente.
5.- ¿Los productos integrales no tienen gluten? Escoge tus productos integrales cuidadosamente. Hay muchos productos integrales como el alforfón (o trigo sarraceno), la avena sin gluten, los copos de maíz, el arroz integral y la quinoa que entran en las dietas sin gluten.
6.- Comprueba la frescura: compra productos integrales que estén bien empaquetados y cerrados. Los granos deben verse y oler frescos. No olvides comprobar en el paquete la fecha de caducidad y las recomendaciones de almacenaje.
7.- Ciérralos herméticamente: cuando almacenes productos integrales usa envases herméticos y guárdalos en lugares frescos y secos. Un envase hermético es importante para mantener la frescura y reducir la posibilidad de que salgan bichos y moho.
8.- Compra lo que necesites: mejor cantidades pequeñas de productos integrales para reducir la pérdida por deterioro. Muchos pueden guardarse en la nevera.
9.- Empaquétalos: es mejor almacenar el pan integral a temperatura ambiente y en su bolsa original cerrada herméticamente con un clip o pinza. La nevera puede hacer que pierda la humedad rápidamente y se endurezca, pero si está bien cerrado puede guardarse en el congelador sin problemas.
10.- ¿Cuánto dura empaquetado? Como los niveles de aceite de las harinas integrales varían, su aguante también. La mayoría de las harinas integrales se conservan bien en la nevera durante dos o tres meses, y en el congelador hasta ocho. El arroz integral cocinado puede aguantar en la nevera entre tres y cinco días y congelarse hasta seis meses.
