Está bien tener un gran objetivo, pero cuanto mayor sea, más se tardará en alcanzarlo, y a las personas no nos resulta fácil motivarnos con metas a largo plazo. Por eso necesitamos marcarnos metas a corto plazo y celebrarlas a medida que las cruzamos. Si el objetivo final es adelgazar 30 kilos, las pequeñas metas pueden ser cumplir con los planes de alimentación semanales o hacer media hora de ejercicio todos los días. Como ves, ni siquiera son de pérdida de peso; eso vendrá solo y nos evitará frustraciones si no lo consiguiéramos.
Concéntrate en dos o tres metas a la vez, que deberán ser:
-Concretas.
-Realistas.
-Indulgentes (no somos máquinas, y no somos perfectos).
Por ejemplo, “hacer ejercicio” es algo muy general que nadie sabe en qué consiste, y “correr una maratón semanal” sin ser un atleta es poco realista. Es mucho mejor decirse “voy a caminar por el parque 15 minutos al día todas las tardes durante dos semanas”. Es algo que puede medirse y, por tanto, también hacerse.
Recuerda que los pequeños cambios que se convierten en hábito llevan a grandes resultados en el largo plazo, y que al llevarlos a cabo te sentirás satisfecho con dichos progresos, lo que te motivará a seguir adelante. Si te pones metas poco realistas, cuando no las alcances solo sentirás derrota y frustración.
Ser realista también implica aceptar que habrá parones y retrocesos, que se producen cuando no puede uno ajustarse al plan por el motivo que sea, como una fiesta, un pico de trabajo o algún cambio personal importante. Cuando eso ocurra no hay que venirse abajo, sino aceptarlo y reanudar el plan cuanto antes. También hay que pensar qué se haría diferente si se repitiera una situación similar para evitar el retroceso correspondiente.
Pero ten en cuenta que las personas somos distintas, y que lo que a unas les funciona, a otras quizá no. Que tu vecino haya perdido mucho peso solo con correr, no significa que sea la mejor opción para ti también, tal vez porque te aburre muchísimo, con lo que a la semana lo dejarías y te frustrarías. El programa te propondrá varias alternativas, y solo después de probarlas sabrás si se adaptan bien a tu estilo de vida. Quédate con las que te resulten más satisfactorias y más “sencillas” para tener éxito en tu empeño.
