Puede que no lo creas, pero es bastante habitual que después de un tiempo a dieta y de progresos evidentes, tu báscula se atasque en una cifra y decida no pasar de ahí. No te preocupes, ni pienses que el programa ha dejado de funcionar. Estos baches son parte del proceso, y así hay que considerarlos.
Te damos posibles soluciones al estancamiento:
–Repasa tus hábitos: si estás llevando un diario, comprueba las comidas que has hecho y el ejercicio que has practicado. Asegúrate de que no has aflojado el ritmo en el gimnasio, o de que no has tenido algún evento o vacaciones en los que comiste o bebiste más de la cuenta.
–Sube el ritmo de tu entrenamiento: aumenta en 15 o 30 minutos el ejercicio que haces cada semana. Si puedes, también puedes subir su intensidad para incrementar el gasto de calorías. Otra opción es añadir ejercicios de resistencia o de aumento de masa muscular. Músculos mayores implican quemar más calorías.
–Aumenta tu actividad diaria: no pienses solo en el gimnasio. Puedes caminar más cada día usando menos el coche, o jugar más con los niños, o sacar al perro más tiempo…
–Reduce las calorías: baja tu límite diario en 200 calorías, siempre y cuando no te quedes por debajo de las 1.200, ya que menos de eso te llevará a pasar hambre constantemente y, probablemente, a acabar comiendo más. Si ves que no puedes mantener esa rebaja, no la hagas.
El caso es no desanimarse y ser consciente de que el programa funciona y es bueno para tu salud. Ya verás como si no te rindes, ese bache acabará quedando atrás.