La verdad es que es muy poco probable, porque aunque existe (provocado por el síndrome de Cushing y el hipotiroidismo), es muy raro y extremadamente improbable que sea el único responsable del sobrepeso o la obesidad.
El metabolismo es el proceso por el cual tu cuerpo transforma lo que comes y bebes en energía utilizable para funcionar. Y no solo en caminar o en trabajar, sino en respirar, en hacer latir tu corazón o en reparar células. La cantidad de calorías que usa tu cuerpo para estas funciones básicas se llama tasa metabólica basal, y viene determinada por:
–Tu tamaño y composición. Cuanto más peses o más masa muscular tengas, más calorías quemarás, incluso durmiendo. Esto significa que la gente con sobrepeso u obesidad suele tener una tasa metabólica mayor (y no menor), porque parte de ese exceso de peso es tejido muscular.
–Tu género. Los hombres tienen menos grasa corporal y más masa muscular que las mujeres de la misma edad, por lo que queman más calorías.
–Tu edad. A medida que envejecemos, nuestra masa muscular disminuye, por lo que nuestra tasa metabólica se reduce (gastamos menos calorías).
Más que un metabolismo bajo, los factores que contribuyen a ganar peso son tener muy poca actividad física, ingerir más calorías de las que se usan, algunos medicamentos y la genética. No obstante, si de verdad crees que puedes tener algún problema metabólico consulta con tu asesor y con tu médico para que te recomiende pruebas y análisis que te saquen completamente de dudas y, en su caso, te prescriban un tratamiento.
Lo que no debes hacer es confiar en suplementos dietéticos que prometan aumentar el metabolismo, porque suelen ser estafas que, además, provocan indeseados y hasta peligrosos efectos secundarios.
