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La contaminación y el ejercicio al aire libre: Una mala combinación

La contaminación y el ejercicio al aire libre

Aunque el entrenamiento aeróbico es una de las claves para alcanzar un estilo de vida saludable, la contaminación y el ejercicio al aire libre no hacen una buena pareja, especialmente si sufres asma o afecciones cardiacas o respiratorias.

En un mundo industrializado, como el que vivimos, la exposición a la contaminación puede provocar problemas de salud, incluso sin hacer ningún ejercicio. Si se combinan ambos, los problemas potenciales aumentan.

Una de las razones para este mayor riesgo es que cuando entrenas aeróbico, lo normal es inspirar más aire que profundiza aún más en los pulmones, y como además la intensidad suele llevar a aspirar por la boca, el aire que inhalas no pasa por tus fosas nasales, que son las encargadas de filtrar las partículas contaminantes.

Los problemas de salud relacionados con la contaminación incluyen:

  • Daños en las vías respiratorias.
  • Mayor riesgo de desarrollar asma.
  • Empeoramiento del asma (o de otras afecciones pulmonares)
  • Mayor riesgo de infarto.
  • Mayor riesgo de cáncer de pulmón y de enfermedades cardiovasculares.

Así que la única duda respecto a la contaminación y al ejercicio al aire libre es saber cuál es el nivel de exposición peligroso, una pregunta que requiere cierto trabajo contestar.

Para encontrar la respuesta te damos estos consejos:

  • Evita las zonas más contaminadas. Normalmente los lugares próximos a carreteras (hasta los 15 metros) y el centro no arbolado de las ciudades son los que presentan mayores índices de contaminación. Evita esas zonas para hacer ejercicio siempre que puedas.
  • Controla los niveles de polución. La mayoría de las ciudades tienen un sistema de alerta por contaminación. Busca los resultados de las mediciones oficiales para estar informado sobre la calidad del aire y así saber cuáles son las peores horas (normalmente al mediodía y por la tarde) o si es desaconsejable hacer ejercicio.
  • Entrena a cubierto. Cambia tu rutina de entrenamientos al aire libre y hazlos en sitios cerrados, sobre todo en los días de mayor contaminación. Asiste a una clase de fitness en el gimnasio, corre en una pista cubierta o nada en una piscina climatizada.
  • Y si tienes asma, diabetes o alguna otra afección, habla con tu médico para que te aconseje con qué niveles de polución puedes seguir con tus actividades.

¡No juegues con tu salud!

Desde Menuterráneo te apuntamos algunos consejos más:

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